Si bien muchos afirman que comer caldo de huesos no interrumpirá tu ayuno, aun así, este contiene algunas calorías. Si realizas un ayuno intermitente estricto, no debes consumir caldo de huesos.
El caldo de huesos es para ti, solo si crees que puedes consumir hasta 50 kcal durante el ayuno intermitente.
Siempre puedes usar esta alternativa sencilla y saludable: caldo de huesos casero para reducir tus ataques de hambre. Contiene numerosos minerales y vitaminas y es bastante "saciante". El caldo se puede hacer con carne de cerdo, de res, pollo o incluso espinas de pescado.
Puede optar por un caldo de verduras si lo prefieres, pero ten en cuenta que el caldo de huesos contiene más nutrientes. No se recomienda comer caldos enlatados ni agregar cubitos de caldo llenos de sabores artificiales y glutamato monosódico. Siempre es mejor que agregues tus propias verduras, hierbas y especias. Durante ayunos más prolongados, puedes experimentar una deficiencia de sal, la cual puede provocar deshidratación. Dado que no está presente en el agua, el té o el café, puede agregar una pizca de sal a tu caldo de huesos casero. La sal contiene minerales, como potasio y magnesio, que pueden ser especialmente beneficiosos durante el ayuno.
El caldo de huesos ayuda a disminuir la sensación de hambre, es conocido por sus efectos antiinflamatorios y sus propios beneficios para la salud de los huesos y las articulaciones.