Tu dieta y tus comidas deben tener todos los nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita. Tus comidas principales perfectas deben contener una variedad colorida de vegetales y verduras para conseguir la nutrición adecuada de tu dieta.
Aceites saludables: Utiliza grasas insaturadas como aceite de oliva, canola, soja, maní, maíz o girasol en lugar de mantequilla, aceite de coco o aceite de palmiste. Evita los aceites parcialmente hidrogenados que contienen grasas trans no saludables.
Proteína magra: Escoge entre aves, atún, bacalao, frijoles, guisantes, legumbres, carne de res magra, etc. Elige cereales integrales; como el trigo integral, la cebada, la quinua, avena, el arroz integral, la pasta de trigo integral, etc. Basa tu dieta en alimentos frescos o congelados en lugar de alimentos enlatados y procesados.
Elige alimentos bajos en sodio siempre que sea posible. Usa hierbas, especias, vinagre y otros condimentos bajos en sodio en lugar de sal. Si tienes alguna alergia o intolerancia a los alimentos mencionados anteriormente, no dudes en agregar alternativas de los productos que toleras.